NEUQUÉN

La estación espacial china en la mira

El ejército de Joe Biden ya expresó su preocupación. Pero la Argentina tiene problemas mundanos y no puede (o no quiere) ver el escenario internacional.
domingo, 1 de mayo de 2022 · 20:55

Ubicaba en cercanías de Bajada del Agrio, apacible localidad del interior neuquino, la estación espacial china parece de ciencia ficción, especialmente para esta Argentina que afronta padecimientos más terrenales, como la escalada inflacionaria que todo lo alcanza y lo complica. No obstante, más allá de los argumentos científicos que precedieron a su construcción, la estación es motivo de sospechas en virtud de sus potencialidades para el uso distinto al que figura en los instrumentos legales suscriptos. Un hecho no es menor: no la opera una institución civil, sino el ejército chino.

Hasta ahora se habían escuchado cuestionamientos del arco opositor nacional, con los concebidos matices que otorga la alternancia: primero hubo quejas contra Cristina Fernández de Kirchner, después contra Mauricio Macri y ahora contra Alberto Fernández. En paralelo, se hablaba de la preocupación de científicos y del propio gobierno de los Estados Unidas, presunción que quedó absolutamente confirmada tras las declaraciones que, esta semana, realizó una altísima oficial del ejército de ese país. Sus palabras, en tono de alerta, incomodaron en Buenos Aires y tuvieron silencioso eco aquí, en Neuquén, provincia que quedó en medio de las relaciones entre países.

Muchas veces en soledad, Mejor Informado.com -en realidad Prima Multimedios- se abocó al tema y difundió opiniones de expertos en geopolítica y otras materias, encontrándose entre las más recientes la del ingeniero en Telecomunicaciones, José Kucher quien fue consultado tras la sangrienta y devastadora invasión rusa a Ucrania. “En caso de un conflicto, esta antena tiene la posibilidad de apuntar a satélites de telecomunicaciones o militares de países de occidente”, dijo y advirtió: “Que se utilice entonces con fines militares, es una posibilidad latente porque la infraestructura está”.

La enorme antena de 35 metros de diámetro tiene tal alcance que China la usó para controlar la sonda que logró descender con un robot explorador en Marte. Entonces, si se usó para una misión interplanetaria, cómo no va a tener utilidad militar; y eso es lo que preocupa, muy especialmente al contemplar la hipótesis de un conflicto bélico a gran escala, con China como aliado de Rusia cuyos opresores regímenes de gobierno tienen no sólo intereses similares, sino también adversarios en común. Compiten contra Estados Unidos y las grandes potencias de Europa en un mercado internacional alterado, ahora, por el ataque que ordenó Vladimir Putin.

Quien puso las cartas sobre la mesa fue la general del ejército estadounidense y jefa del Comando Sur, Laura Richardson, quien de visita en la Argentina dijo textualmente lo siguiente: “Son instalaciones de un gobierno autoritario, que no deja que los argentinos accedan a ellas, excepto si van de visita ¿En qué andan? Ellos no tienen las mismas preocupaciones que nosotros en términos de libertad y de un hemisferio occidental libre, seguro y próspero. Me preocupa; y está manejado por una empresa del Estado y del Ejército Popular de China ¿Para qué están usando eso?”.

Más claro imposible. Pero claro, un asunto algo distante para un gobierno, el de Alberto Fernández, que ni siquiera puede saldar las diferencias entre altos funcionarios que lo horadan desde adentro. Entonces, la oposición aprovecha y golpea. Sin ir más lejos, el senador radical por La Rioja, Julio Martínez, acaba de presentar un proyecto para que el gobierno nacional informe sobre los acuerdos con China.

Preguntó sobre las implicancias geopolíticas a nivel internacional, la tecnología militar para el eventual seguimiento de misiles, y si hay personal militar dentro de la base. Unas semanas antes, la visita que el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación, Daniel Filmus, realizó a la estación espacial china había generado inquietudes entre los diputados neuquinos del arco opositor -para ser precisos, de Juntos por el Cambio- que también pidieron que Nación informe.

La preocupación está, ahora ¿cómo se resolverá este asunto en Buenos Aires? En verdad, es inimaginable; aunque bien puede llegar a imaginarse un escenario posible: si China se mantiene al margen de las cuestiones bélicas rusas, todo seguirá como hasta ahora, sin pedido oficial de explicaciones y con ese halo de misterio que rodea a los chinos de Las Lajas, como se les dice por acá, en virtud de la cercanía. Al gobierno de Balcarce 50 le conviene hacerse el desentendido.

Esta singular y ahora inquietante historia comenzó a escribirse allá por 2012, cuando -durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner- la Agencia Estatal China de Lanzamiento, Seguimiento y Control General de Satélites firmó un acuerdo de cooperación con la Argentina; para ser precisos, con la CONAE, y otro con la CONAE y la provincia de Neuquén. Esa fue la génesis de la antena de espacio lejano.

A eso le siguió la aprobación por parte del Congreso de la Nación, que en 2015 le otorgó autorización para operar durante 50 años, con la particularidad, no menor, de que la CONAE sólo puede usarla una hora y cuarenta minutos por día sin injerencia alguna en las cuestiones chinas sobre la observación astronómica, el seguimiento de satélites y, por supuesto, la valiosa recolección de datos.

En diciembre de 2018, el gobierno de Macri le otorgó a China el protocolo adicional para consolidar su base de inteligencia espacial. Más acá en el tiempo, Alberto Fernández ratificó el tratado internacional, se dice que a pedido del líder chino Xi Jinping, quien en otras latitudes es considerado un tirano que no respeta los derechos humanos, mucho menos la de expresión, con todas las inquietudes que eso genera a la luz de su poderoso ejército.

En el medio de ese escenario está Neuquén, provincia que a fuerza del desarrollo de su petróleo y gas, del crecimiento del empleo privado y de las potencialidades de Vaca Muerta, ha logrado surfear parte de las malas nuevas que llegan de Buenos Aires; salvo la ola inflacionaria cuya usina de preocupaciones hace que el asunto este de la antena parezca algo distante, aunque en realidad no lo es. Al menos no en las hipótesis.

Mantenete informado todo el día. Escuchá AM550 La Primera aquí

Seguinos por la tele, en CN247 aquí

Comentarios

Otras Noticias