NEUQUÉN

Tiempos difíciles para el país y cómodos para el MPN

El incremento en los niveles de crispación, tras el pedido de cárcel para Cristina coincide con los récords de Vaca Muerta.
sábado, 27 de agosto de 2022 · 16:27

No son tiempos sencillos los que se viven en la Argentina y, por supuesto, la provincia de Neuquén no permanece al margen. Menos aún su clase dirigente referenciada en los partidos nacionales que, naturalmente, asiste con más pasiones que el resto de la población, aunque de algún u otro modo la ola salpica o salpicará indefectible a todos.

El pedido del fiscal Diego Luciani contra la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner (12 años de cárcel e inhabilitación de por vida para ejercer cargos públicos), llevó la crispación a niveles que hace tiempo no se veían, pero que -dados los antecedentes- no sorprenden.

Si Cristina tiene o no responsabilidades en la llamada causa de Vialidad (por la que se investiga la comisión de delitos vinculados a la adjudicación de obras públicas) poco importa a los posicionamientos de quienes se encuentran hacia uno u otro lado de la grieta, se trate de dirigentes políticos o de simples ciudadanos de a pie (radicalizados o no). Lo importante es tener una postura y sostenerla a cómo de lugar. Hoy más que nunca, la política se asemeja al fútbol… y pierde la necesaria racionalidad.

Subyace en este entuerto un desinterés cada vez más manifiesto por las cuestiones de fondo, que en cierto -o gran- modo es comprensible en virtud de las frustraciones (presentes y pasadas), los bolsillos flacos y las disparadas de precios (a las que alimentó la propia Cristina al agitar las aguas de la interna, ya resuelta, del gobierno nacional). Una de las posibles consecuencias de este descalabro generalizado es la sensación de hartazgo ciudadano que, por si hiciera falta recordarlo, no debería condimentarse con expresiones poco felices.

Si la vicepresidenta es culpable, porque así lo considera la Justicia, deberá pagar tal y como lo establece la ley, sin maniobras para esquivar el cumplimiento de la condena. Está claro que en tiempos tan complejos, no es sensato arremeter con cuestiones que están por fuera de la Constitución (y hasta de la razón).

El presidente Alberto Fernández potenció las crispaciones e introdujo al debate un caso más que incómodo para el kirchnerismo todo y más que doloroso para el país en general: el del fiscal Nisman. “Hasta acá lo que le pasó a Nisman es que se suicidó; espero que no haga algo así el fiscal Luciani”, arrojando nafta al fuego. Esta vez su ausencia de tacto alcanzó niveles superlativos, y la oposición no lo tomó como una impericia, sino como un hecho delictivo.

Tal es así que la respuesta de la CC-Ari fue inmediata. Su presidente, el diputado nacional Maximiliano Ferraro, anunció una denuncia contra Alberto por “instigación al suicidio y amenaza de asesinato mafioso”. Luego se multiplicaron los repudios, incluidos el del propio Luciani y el de legisladores neuquinos de JxC. En fin, más grieta, más crispación.

Los argentinos no necesitan más grieta, sino mejoras en la devaluada calidad de vida; y Fernández (quien anunció otra visita a la provincia, ahora nomás, en septiembre por el Día de la Industria) debería tonar nota de ello. Así y todo, el espacio del PJ-K desgastado por los desaciertos de Alberto y la inestabilidad interna que hasta hace apenas unos pocos meses impulsó la propia Cristina, encontró en la acusación del fiscal Luciani un reverdecer de la mística militante, que en verdad no ayuda a la resolución de los males que aquejan a la población y que, en todo caso, intenta erradicar el ministro Sergio Massa. No obstante, la presencia en las calles les brinda respaldo a referentes y fuerzas políticas.

En las primeras horas que les siguieron al pedido de Luciani, la presencia de militantes en las puertas del Senado y de la casa de CFK en el barrio porteño de Recoleta (donde hubo tensiones entre grupos K y anti K) tuvo un intento de correlato aquí en la ciudad de Neuquén, con una concentración que se realizó durante la tarde del martes, al pie del monumento al General San Martín.

Convocó, dicen, la delegada del ministerio de Trabajo de la Nación y referente de Nuevo Encuentro, Asunción Miras Trabalón, y no logró, mayor acompañamiento del PJ, de las otras fuerzas que integran el FdT ni del sector que conduce el ex intendente de Cutral Co, Ramón Rioseco (FyPN). Sorprendió la aparente ausencia de coordinación entre referentes y sectores. Pero luego, las expresiones se fueron organizando, tanto aquí como en otras regiones del país.

En la Legislatura neuquina, las diputadas Soledad Salaburu, Lorena Parilli y Soledad Martínez presentaron, junto con el diputado Sergio Fernández Novoa, un proyecto en repudio a las declaraciones del diputado Francisco Sánchez, quien pidió “pena de muerte” para CFK. Después, en el recinto, todos los integrantes del bloque colgaron en sus bancas el siguiente cartel: “Para Cristina ni indulto ni amnistía: Justicia”. Luego, varios de los referentes, entre ellos el ex secretario de Energía de la Nación y precandidato a gobernador, Darío Martínez, convocaron a una concentración sabatina frente al monumento a Evita, ubicado en pleno centro de la cuidad. “Por ella, que siempre estuvo y sigue estando”, fue una de las consigas en defensa de Cristina.  “En contra de esta persecución”, “por nuestros derechos”, “por cada argentino y argentina”, fueron otras.

“Están entregados”, se mofó un dirigente opositor allá por las primeras horas, cuando parte del kirchnerismo no reaccionaba y la diputada nacional por el FdT Tanya Bertoldi -sobrina del intendente de Centenario, Javier Bertoldi- no se mostraba muy enfática que digamos. La ausencia de coordinación expuso, en cierto modo, las dificultades del sector en el tránsito hacia las provinciales que, se estima, serán en marzo.

También JxC tiene sus urgencias, pero son menores; en todo caso pasan por resolver las cuestiones provinciales sin esperar a los armados nacionales, cada vez más intrincados y complejos no sólo por el fuego “amigo” que lanzó y sigue lanzado Elisa Carrió, sino también por las pujas entre Rodríguez Larreta, Gerardo Morales, Patricia Bullrich y Mauricio Macri. Los posicionamientos son naturales, pero los tiempos de allá no son los mismos que los de acá.

Como ingrediente pintoresco, se encuentran las candidaturas que han comenzado a tirar, como quien dice, al azar (o quizá no tanto); entre ellas, la de la conductora televisiva Viviana Canosa a la que se menciona tan cerca de Macri como de los libertarios de Javier Milei. Deja vu, si se quiere, de los `90 menemistas, de la anti política post 2001 e inclusive de tiempos más recientes. Sin embargo no es tan trivial como algunos pretenden ver: si Canosa hace una buena elección en el distrito del Conurbano en el que se la menciona (La Matanza), contribuirá a la causa de JxC por la recuperación de la provincia de Buenos Aires.

No se advierte que una jugada similar pueda tener lugar en Neuquén, al menos no en los cargos principales. El PRO tiene dos precandidatos a gobernador con experiencia política (uno de ellos es el empresario y ex diputado Jorge Taylor) y la UCR tiene como precandidato a un empresario de la Fruta, Pablo Cervi, quien ha cultivado un perfil que nada tiene que ver con lo mediático. El principal candidato de la CC-Ari es el periodista Carlos Eguía, pero hasta donde se sabe iría en busca de una banca legislativa.

En todo caso, el partido que ha llevado artistas, periodistas y deportistas en sus listas (provinciales y municipales) es el MPN, que ahora mira este recrudecimiento de la grieta y de las crispaciones nacionales, no sólo desde la comodidad del que observa las pelas de otros, sino desde su certeza de que la gobernación se resolverá en la interna que, en principio, enfrentará a Marcos Koopmann (Azul) con Rolando Figueroa (Violeta). Es una mirada que le conviene, pero que también se apoya en 60 años de historia. El 9 de septiembre, se anunciará la fecha exacta de esa interna que se votará, dicen, en noviembre ¿Y la Azul y Blanca petrolera? Todo un misterio; lo nuevo es una reunión que Omar Gutiérrez compartió el viernes, en el gremio, con Guillermo Pereyra y cuya foto hizo circular el propio gobernador.

Es en virtud de este panorama que el partido provincial procura diferenciarse de los que llama “los partidos de la grieta”, aunque sin herir demasiadas susceptibilidades, sólo las necesarias. Se aferra, para ello, a Vaca Muerta, sus cifras récords en las producciones de petróleo y gas, el reclamo de celeridad en la construcción de ductos y la mentada defensa del federalismo.

El viento sopla a las espaldas del MPN, más allá del caso judicial que saltó a la luz hace unos pocos días: el de la estafa supuestamente millonaria en el manejo de planes sociales, y sobre el que el ministro de Desarrollo Social, Abel Di Luca, dijo a 24/7 Canal de Noticias que “la investigación se hizo de forma conjunta entre el BPN (banco de la provincia) y el ministerio”. En fin, un dolor de cabeza que recién empieza y con cuál tanto el gobierno como la justicia se manejan con gran sigilo y calculados movimientos  -por supuesto- es necesario identificar, juzgar y sancionar a los responsables.

Es altamente probable que con la vorágine propia de estos tiempos, el asunto quede en el olvido frente a la continuidad del frenesí de inauguraciones -de calles, instalaciones sanitarias, aulas, etc.- los festejos del septiembre capitalino y el tránsito tanto hacia la interna de noviembre como a las generales, a las que el partido provincial mira cada vez con más fe. Se dice que el fallo de la causa que tiene como imputada a Cristina llegaría hacia fin de año, quizá diciembre; es decir apenas unos meses antes de que los neuquinos vayan a las urnas con la singular “tranquilidad” con la que se mira desde este rincón de la Patagonia lo que sucede allá en Buenos Aires.

Mantenete informado todo el día. Escuchá AM550 La Primera aquí

Seguinos por la tele, en CN247 aquí

Comentarios

Otras Noticias