MACABRO HOMICIDIO

Mató al amante de su esposa: "Vas a ver como se quema tu macho"

La policía detuvo al asesino, pero también arrestaron a la mujer, quien denunció violencia de género.
miércoles, 23 de septiembre de 2020 · 00:30

Un aberrante hecho se dio en la provincia de San Juan, que incluye celos, un homicidio, violencia hacia la mujer, y una denuncia por falta de perspectiva de género hacia la Justicia. En pocas palabras, Luis Alfredo Montaño asesinó a Rubén Quiroga, el amante de su esposa. Pero lo polémico es que la policía, además de detenerlo a él, arrestó también a la mujer, la cual dijo sufrir violencia de género.

 

Glenda Nabila Aciar fue detenida por “homicidio doblemente agravado”, por la “alevosía” y por la relación que mantenía con el hombre asesinado. Su defensa destacó que ella sufría violencia por parte de su marido y pidió que se trate al caso como un femicidio vinculado. Ante el juez, la mujer denunció abusos y violencia por parte de su esposo.

 

Rubén Quiroga, la víctima.

“Mi clienta siempre fue víctima de la violencia de Montaño. La agredía constantemente por cualquier motivo, la maltrataba y hasta la llegaba a patear en el suelo”, relató uno de sus abogados, Juan Fonzalida. Su relación comenzó de muy jóvenes, a los 15 años. Luego tuvieron una hija.

 

El detonante del macabro asesinato habría sido un mensaje de texto que la mujer recibió de parte de Quiroga. Por esto, el marido no solo la golpeó como siempre sino que también le destruyó el celular y se quedó con el chip. 

Luis Alfredo Montaño, el homicida.

Según cuenta la defensa de Nabila, el acusado se hizo pasar por su esposa y coordinó un falso encuentro con el amante. Cuando Rubén apareció en el lugar, la vio y quiso abrazarla, y fue entonces cuando Luis le asestó un golpe en la nuca con un fierro, y una vez inconsciente, lo trasladó hasta un basural.

 

Allí, encendió una hoguera y le dijo a la mujer: “Te vas a quedar a ver cómo se quema tu macho“.

 

Los abogados de Glenda dijeron: ”Creemos que ella pudo ser asesinada si no hacía lo que Montaño le pedía”. Y además contaron más truculentos detalles del hecho: A la mañana siguiente, la llevó nuevamente al lugar donde prendió fuego al hombre, y  la habría obligado a guardar los restos de Quiroga en una caja y deshacerse de ellos en el pozo ciego bajo un inodoro en su casa.

 

Mientras se mantuvo oculto el crimen el asesino siguió castigando a la mujer por la infidelidad: Le exigió que “se cortara el pelo para que ningún otro hombre, excepto él, se interesara por ella” contaron los abogados.

 

Sin embargo, al presentarse la policía en su casa, Glenda Nabila Aciar se quebró y confesó lo ocurrido. “La persona con la que tenía una aventura, la trataba bien. Ella no tenía ningún tipo de móvil en su contra ni intenciones de matarlo. Sin embargo, no puedo decir lo mismo de Montaño que por celos le quitó la vida”, argumentó el letrado.

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