INSTRUCCIÓN TRÁGICA

El policía muerto no sabía nadar y fue obligado a meterse al mar

La Justicia investiga las prácticas implementadas para capacitar a los integrantes del COER.
sábado, 17 de abril de 2021 · 00:00

Pese al tremendo hermetismo que ronda el caso, de a poco salen algunas cuestiones fundamentales a la luz que evidencian como desde la Jefatura de Policía y desde la Secretaría de Seguridad se intentó establecer un pacto de silencio para que los 27 oficiales que participaban del curso de supervivencia para ingresar al grupo especial COER no cuenten las prácticas a las que eran sometidos.

El fiscal  Guillermo Ortiz trabajó en el lugar para tratar de esclarecer la muerte del joven oficial Gabriel Emanuel Mandagaray, hijo del Comisario General Antonio Mandagaray (Jefe Regional Viedma) y de la Comisaria Mayor Adriana Fabi (Jefa Regional Los Menucos), quien oficialmente se conoció que se ahogó durante una práctica en el mar en la zona de Bahía Creek, a unos 100 kilómetros al sur de Viedma.

Desde el Ministerio Público sólo consignaron el estado de salud de dos sobrevivientes, quienes debieron ser trasladados en una camioneta del COER desde Bahía Creek hasta la salita de primeros auxilios de El Cóndor y luego en ambulancia hasta el hospital Zatti de la capital provincial con un cuadro de hipotermia. Están fuera de peligro pero deberán ser asistidos psicologicamente.

También se aclaró que se inició una investigación y que la zona de la tragedia quedó resguardada y bajo vigilancia. Lo raro es que no se convocó a ninguna fuerza federal para que lo haga y se le dio esa responsabilidad a la Rionegrina, la misma que deberá explicar en qué circunstancias se produjo la muerte del oficial de 25 años.

A medida que pasan las horas, familiares de los oficiales que estuvieron en la supervivencia comenzaron a contar detalles de lo sucedido. Los bailes y los excesos de autoridad de los jefes eran una constante y poco se tenía en cuenta la capacidad de los oficiales. Tampoco estaba prevista la atención médica en caso de que sea necesaria, no había ambulancia ni un profesional.

De acuerdo a lo que trascendió, el oficial Mandagaray no sabía nadar y fue obligado, junto con sus dos compañeros, el oficial Enmanuel Quiriban (hijo de un Comisario retirado) y el ex jugador de Deportivo Roca, Fabián Erice, a meterse al mar con el uniforme y los pesados borcegos que utiliza la fuerza policial. La zona de playa de Bahía Creek es muy peligrosa cuando el mar está picado.

La práctica era habitual y frecuente. Formaba parte de las capacitaciones implementadas por los jefes del COER y avaladas por la nueva Jefatura encabezada del Comisario General Osvaldo Tellería, ya que la conducción anterior y bajo la gestión de Alberto Weretilneck, había suspendido este tipo de ejercicios por no coincidir con los métodos utilizados.

Con respecto al pacto de silencio que se denunció desde la CTA Autónoma, se apunta contra el Secretario General de la Jefatura, el Comisario Inspector Sergio Piermarrochi, quien habría dado la orden de no comentar con nadie lo sucedido, con la excusa de todo lo que pasa en la Policía queda dentro de la Policía. Además de hacerle saber a los jefes del COER que instruyan a los oficiales para que no hable, también colocó custodia en la salita de El Cóndor, con la intención de que los dos sobrevivientes no puedan dialogar con nadie.

Desde la Jefatura también se le ordenó al Sub Jefe, Orlando Cañuqueo, que viaje de urgencia a Bahía Creek para ponerse al frente de la investigación junto con el personal de Criminalística.

En cuanto a los bailes, como le llamaban en el Servicio Militar a los castigos físicos que le imponían los jefes a los soldados, trascendió que los oficiales eran obligados a meterse al mar con el uniforme y una vez que eran autorizados a salir, no les permitían sacarse la ropa y debían permanecer mojados haciendo otras tareas, hasta que nuevamente les ordenaban meterse al mar. Estas prácticas sucedían entre cuatro y seis veces al día, sin importar la temperatura ni las condiciones del mar.

Desde la Justicia se ordenó que se realice la autopsia al cuerpo de Mandagaray, aunque por el protocolo de Covid, se realizará hoy. El resultado será determinante, no solo para confirmar que murió por inmersión, también se podrá determinar si había comido y cuantas horas pasaron desde la última vez que lo había hecho.

Desde la CTA se exigió la renuncia de los jefes del COER, de la cúpula policial y de la secretaria de Seguridad, Betiana Minor, quien tiene absoluto control de la fuerza desde que asumió luego del alejamiento del ministro Gastón Pérez Estevan y del ex Jefe Daniel Jara.

 

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