ENVENENAMIENTO

En dos años, casi 100 cóndores muertos

La Lic. Rayén Estrada Pacheco habló de la preocupación por su extinción. En quince años han nacido unos 65 animales en incubadoras.
lunes, 30 de septiembre de 2019 · 00:05

La cifra de muerte de cóndores en nuestro país llegó casi a cien en dos años, con el hallazgo de seis ejemplares envenenados en una estancia de Perito Moreno, en la provincia de Santa Cruz. La Fundación BioAndina recibió el alerta en el Centro de Rescate y realizó los estudios sobre los cadáveres donde se determinó que la causa fue la utilización de cebo tóxico en animales muertos, en ese campo, buscando el combate contra el zorro, el puma u otros predadores. “Las aves carroñeras, como el cóndor andino, bajan en bandada a comer esa carne envenenada y se produce una verdadera tragedia, teniendo en cuenta que estamos al límite de la extinción”, indicó la Lic. Rayén Estrada Pacheco, integrante de dicha ONG.

En declaraciones en el programa “Viaje al puerto de la noche”, por AM 550 La Primera y 24/7 Noticias, la especialista señaló que “en dos años llegamos casi a cien cóndores envenenados". Agregó que "no tenemos una cifra concreta de la cantidad de animales en la Argentina, pero todos coincidimos que en el área que cubre desde Venezuela a Tierra del Fuego, existen hoy unos 6.700 cóndores adultos”

Señaló Estrada Pacheco que se implementó en los últimos años una estrategia nacional contra la utilización del cebo tóxico, que incluye talleres y encuestas entre los propietarios y productores de la zona donde habita el cóndor en nuestro país.

NUEVOS EJEMPLARES

Por su parte, también la Fundación lleva a cabo desde hace décadas un plan de incubación, reproducción y adaptación de pichones de cóndor en distintos lugares del país. “Hasta el momento han nacido y se han adaptado unos 65 ejemplares”, manifestó.

En este sentido recordó que “con gran satisfacción, en nuestro centro de adaptación de Sierra Pailemán (Río Negro) hemos podido llevar a cabo un proceso de adaptación de pichones, alcanzando en algunos casos a dos generaciones de animales adultos. Es decir que pichones que fuimos adaptando en 2003 llegaron a su vida adulta, fueron padres y esos nuevos pichones –ya nacidos en su medio natural- también llegaron a la pre adultez. Esto es muy significativo, pues debemos tener en cuenta que para que un pichón llegue a su vida adulta pasan unos diez años”.

También recomendó a quienes encuentren animales muertos “que no los toquen, por más que exista una curiosidad o interés especial, que no los toquen pues el cebo que se utiliza puede también causar daños a los seres humanos”. En este sentido alentó a avisar a las autoridades más cercanas cuando se encuentran animales muertos.

 

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