PANDEMIA ECONÓMICA

Policía y Salud: se negocia cómo evitar un conflicto

Un grupo de suboficiales retirados será recibido este viernes por el Jefe de la Policía de Neuquén. En el sector Salud, también se plantea una "desvalorización".
jueves, 10 de septiembre de 2020 · 21:27

El personal de la Salud Pública y de la Policía de Neuquén son los dos sectores más golpeados y al borde del knock out, en esta pandemia. No se trata de cuestiones heroicas sino de lógica: por su servicio, necesariamente libran esta batalla contra el coronavirus en la trinchera. El conflicto que 6 meses después se plantea, se cocina y en algunos casos está a punto de ebullición, termina girando en torno a la economía y uniendo ambos sectores estatales. Sin ir más lejos, hoy la ministra de Salud, Andrea Peve, se refirió a la saturación del personal de salud: "esas personas no son máquinas, también tienen familia, y están en riesgo siempre". Era sabido pero no lo había dicho antes, por lo menos, en voz alta. El efecto de la policía bonaerense también caló por estos lares. No es casualidad, que finalmente este  viernes a  las 10, el jefe de la Policía provincial, Julio Peralta, reciba a un grupo de “delegados” de los efectivos, que presionan por su descontento.

La noticia es fresca. Hubo mucho run run todo el jueves, porque alrededor de las 14 horas, se esperaba que en la Jefatura los recibieran, en principio Peralta y también pedían un encuentro directo con el propio gobernador. Presentaron una nota, hubo varios contactos en el transcurso de la tarde y finalmente se les concedió una entrevista, a las 10 de la mañana. Se presentan como delegados de los casi 7 mil policías de la provincia, pero en rigor, la mayoría son suboficiales retirados por la sencilla razón, que no son blanco posible de sanciones.

“Tenemos mucha bronca, se acumula por lo económico pero lo que en el fondo nos molesta es que nos piden trabajar en el marco de un concepto de seguridad ciudadana, pero con un reglamento de la época de la dictadura militar”, confió un suboficial, a este diario. En la misma sintonía, otro efectivo, de una de las comisarías del oeste, mandó un mensaje a esta periodista: “No tenemos derecho a nada, si nos contagiamos, se desinfecta y seguimos trabajando. El único control Covid que se realiza, es tomar la temperatura cuando se ingresa a la Jefatura. Al resto, en las comisarías, nadie nos cuida. Tenemos familias y el trato que recibimos es inhumano”.

En la nota elevada al Jefe de la Policía, se plantea: “se solicita una audiencia a la brevedad, a fin de exponer y colaborar en el tratamiento y búsqueda de la mejor solución de las inquietudes que nos ocupan”. Como el resto de los empleados estatales, la Policía de Neuquén recibió el último incremento salarial en marzo pasado, cuando desde el gobierno provincial se anunció la suspensión de la actualización del IPC, en este contexto de pandemia. “Nosotros habíamos planteado a nuestros jefes que mantuvieran el IPC, el aumento, para los que realmente estamos al frente dando la vida. En esta situación, ni siquiera podemos hacer adicionales. Y a los pocos que pudieron hacer, les deben entre 2 y 3 meses”, contó la fuente consultada. Un sueldo promedio de un efectivo con algo más de 15 años de antigüedad, que está en la calle, orilla los 50 mil pesos. Con los adicionales, suma un 50% más.

“Nosotros trabajamos 12 horas, y salimos a hacer adicionales, que pueden ser de 6, 8 y hasta 12 horas; y lo hacemos porque no nos alcanza el sueldo. Hoy con esta pandemia, casi no hay posibilidades, salvo un banco o alguna petrolera, que en promedio pagan alrededor de $250 la hora”, explicó. “Entonces, al sueldo que no alcanza, se le suma un trato que es inhumano, con mucho maltrato psicológico. Realmente, el malestar es grande”, argumentó.

Por estas horas, se esperaba una reunión de evaluación de la situación, entre el comisario Peralta y la ministra de Gobierno, Vanina Merlo, donde no se descartaba la intervención del gobernador, Omar Gutiérrez.

En la misma trinchera pero usando un ambo, está el personal del sector de Salud. El reciente pedido oficial de sumar voluntarios para ayudar a un personal diezmado, no hizo más que darle coraje a muchos profesionales que decidieron en los últimos días, dar su testimonio para concientizar sobre la gravedad de la situación. El puntapie lo dio el jefe de guardia del Hospital Heller, el doctor Miguel Ritacca, en una emocionante entrevista concedida en exclusiva, a 24/7 Noticias. Con el pasar de las horas, otros también se fueron sumando. Esta situación era impensada el mes pasado, porque temían ser sancionados si exponían la realidad.

“Al cabo de 6 meses, no damos más, y nos tratan como al resto de los empleados estatales. No nos sentimos valorizados. Una guardia médica se paga de lunes a viernes, casi 500 pesos, un poco más de 700, los fines de semana. Eso es lo que vale arriesgar la vida en el sistema de salud”, contó una médica de uno de los hospitales de la ciudad. Y agregó: “un sueldo promedio de un médico, con 15 años de antigüedad, sin guardias, ronda los 90 mil pesos. Con 7 guardias, llega a unos 190 mil pesos”.

En este sector se da una situación similar a la Policía: cobra peso el factor económico, que es general y no excluyente de estos sectores, pero que en este contexto de pandemia, naturalmente se quiebra por el alto grado de exposición y presión laboral. “La diferencia entre el médico o el enfermero que debe hacer guardias, que está obligado a continuar 4 o 6 horas más y el mismo empleado de Salud pero administrativo, es que él va sólo 4 días al CAM y el resto de la semana hace trabajo remoto desde su casa”, concluyó.

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